El corto muestra una amalgama cultural donde a lo largo de una entrevista con la coreógrafa Krhistina Giles, se logra profundizar en aspectos espirituales y métodos tradicionales de danza. En este ejercicio ella combina la danza contemporánea, africana y las danzas cubanas para generar un estilo propio y característico de su identidad como mexicana afro ascendente.